Camping Las Menas - Serón, Almería

Luis P.

Se come muy bien aquí. Las migas están muy ricas, la carrillada exquisita y la carne a la piedra están pluma ibérica muy fina y está increíble. Los postres caseros nos encantaron sobre todo las natillas y el mus de limón. Muy buen trato y servicio rápido a pesar de estar lleno el restaurante y la terraza. Hemos venido más de 5 veces en el último año y seguiremos viniendo porque el entorno es precioso y estamos muy a gusto aquí.

Luis M. O. P.

Entramos el jueves y hemos salido, hoy día 2 de marzo. Ha sido expectacular. El equipo que gestiona el camping son de 20/10, atentos, cordiales y te hacen sentir como en casa.... El nivel de restauración es fabuloso. Muchas gracias y enhorabuena.

Noe M.

Siendo clientes habituales, reservamos en el restaurante Las Menas para el Día de Reyes específicamente en la terraza, ya que íbamos con dos perros. La reserva fue confirmada por su camarera. Sin embargo, al llegar, nos informaron que el servicio de terraza no estaba disponible. Como solución, nos sugirieron que dejáramos a los perros en el coche si queríamos comer.

El trato recibido fue pésimo. El señor que nos atendió mostró una actitud arrogante y despectiva, dejando claro que no era "su problema" que su empleada hubiese confirmado la reserva en la terraza cuando esta no estaba abierta.

Para colmo, al pedir la hoja de reclamaciones, nos entregaron una que no era válida. Una experiencia lamentable que dejó mucho que desear, especialmente en un día tan señalado.
No recomendaría este sitio a nadie que busque un trato profesional y respetuoso, especialmente si tienen mascotas.

Estela P. F.

Modesto camping de montaña con los servicios necesarios. Estuvimos alojados en una cabaña super agusto con WC privado, sin ducha eso sí. Pero con nevera, calefacción y las cosas básicas. El personal es muy agradable, y los almuerzos muy ricos. Repetiremos seguro!!

Luis R. S.

Llevo años siendo un cliente fiel de este restaurante, visitándolo repetidamente hasta el punto de considerar que, si alguien realmente entendía lo que significa servicio de calidad, eran ustedes. Pero como todo en la vida, incluso lo más perfecto puede tener su caída en picado, y hoy he sido testigo de esa caída, que francamente, merece un lugar en el libro de los récords.

La penúltima vez que estuve aquí, pensé que la espera de más de 40 minutos era solo un “mal día”, pero hoy… hoy la competencia por el peor servicio alcanzó niveles insuperables. Había hecho una reserva a las 13:30 para una mesa en la terraza, porque claro, como ya sabrás, mis perros son parte de la familia, y uno esperaría que un restaurante mínimamente civilizado tuviera la cortesía de permitirnos estar cómodos. Pero en lugar de eso, me encontré con un "profesional" del servicio que, no solo desconocía las leyes más básicas sobre bienestar animal, sino que además tenía la brillante idea de sugerir que dejara a mis animales en el coche. ¿Sabías que eso es ilegal? Pero claro, te importará lo mismo que el resto de las normas.

Pero lo mejor llegó cuando me negaste la mesa en la terraza, alegando que “el servicio de terraza está cerrado”. ¡Qué bien! Porque resulta que la terraza “cerrada” tiene una parte techada, y en otros restaurantes he podido disfrutar de una comida con mis perros en terrazas techadas. Pero claro, imagino que en tu mundo paralelo no existe tal cosa como un lugar cerrado pero techado que permita estar con animales. Debe ser un concepto muy avanzado que no logras comprender.

Y luego vino el momento memorable: me lanzaste el bloc de reclamaciones sin siquiera dármelo en la mano, como si fuera algo de lo que no me mereciera ni el trato básico. Luego, con una amabilidad desbordante, me preguntaste si necesitaba un bolígrafo. Te dije que sí, pero, claro, el bolígrafo nunca llegó. Entonces, por supuesto, lo recogí yo mismo de la mesa, que estaba a solo 10 cm de distancia. Y claro, para no perder la costumbre, me recriminaste por hacerlo, como si realmente te importara que perdieras unos segundos de tu vida, que evidentemente parecen ser más valiosos que el tiempo de los demás.

Cuando te mencioné que tu actitud era una falta de respeto, decidiste culpar a todo el mundo menos a ti mismo. Según tú, la culpa de nuestra mala experiencia era de la chica que había hecho la reserva. Claro, porque responsabilizarte de tu propio trabajo sería mucho pedir, ¿verdad? Ni siquiera te molestaste en completar correctamente el formulario de reclamación. Pero bueno, no esperemos mucho de alguien que probablemente considere que un formulario no es parte de su trabajo.

En resumen, parece que el puesto de “empleado del año” está seguro para ti, con tu actitud de “chulito de discoteca” que no tiene cabida en ningún lugar que pretenda ofrecer algo remotamente cercano al servicio al cliente. Si alguna vez te das cuenta de que tu actitud y tu trabajo no van de la mano, tal vez sea momento de que busques un trabajo en el que no tengas que hacer ningún esfuerzo, donde tus enormes conocimientos sobre la “soberanía del cliente” no se vean tan amenazados. Pero tranquilo, sigue adelante con esa actitud, seguro que hay algún lugar donde esa clase de servicio sea lo que la gente espera… ¡O no!

Antonio J. M. P.

Hemos llamado para reservar y nos han dicho que nos daban servicio para las 3:30 y después de 1:15h de viaje llegamos y nos dicen que tienen menú cerrado y que no nos sirven ni fuera ni dentro. No sé para qué nos reservan la mesa la verdad. Lo podían haber dicho por teléfono y nos habíamos ahorrado el viaje, desastroso.

Juan G. R. V.

El sitio tranquilo. Para ir en familia .
Los bungalows están bien no tienen cocina y el baño no tiene ducha.
Hay otro bungalow que no tienen baño, la zona es tranquila los niños pueden jugar tranquilamente.
Tiene un restaurante bastante bueno .
Buenas comida y los precios son normales ,el servicio está bien.

Rafa M.

He estado varias veces en este camping, tanto en tienda de campaña en parcela como en los bungalows, siempre de 10.
Destacar su bar-restaurante, la calidad de la comida, la chimenea y la amabilidad del personal.